Poema sobre tema medico.
Titulo. Musicoterapia. Breve revision bibliografica.
Autor: Jorge Serra.
Introduccion.
Terapia musical:
La música es un estimulo natural que modela estados de anímicos de las personas y capta la atención del paciente con facilidad, en pacientes ansiosos pueden encontrar sosiego y calma cuándo escuchan ciertas melodías cadenciosas y suaves, que rítmicamente actúan como estimulos relajantes, en otros pacientes que sean introvertidos, pueden sentirse más cooperativos y alertas al escuchar melodias alegres que lo motiven y lo acerquen mas al medio que los rodea. Con la música ocurre lo mismo que en el caso de la hidroterapia, el escuchar música en algunas ocasiones prepara a las personas para una mejor interacción con su medio, se logra una mayor productividad en el trabajo y mejora su estado emocional.
La musica y el estado de animo. La
creencia de que la música puede inspirar emociones y modificar humores, y que
ciertas características musicales pueden impulsar pasiones, es muy antigua. Se
encuentran citas al respecto en los escritos de Galileo Galilei (Hill, 2007), o
en los de Miguel de Cervantes cuando afirmaba –por boca de Dorotea– que “la
música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del
espíritu” (de Cervantes, año: 1999, parte I, capítulo XXVIII, pag. 304).
Y es
que los efectos emocionales provocados por la música son muy diversos. Se ha
demostrado, por ejemplo, que participar en grupos de música provoca efectos
positivos sobre el estado de ánimo (Carr, año: 2007), y que existe una estrecha
relación entre algunas canciones y la memoria autobiográfica (Janata, 2009).
Cuando escuchamos una canción concreta –asociada previamente a una experiencia
cargada emocionalmente– los recuerdos de esa situación vienen a la mente.
Podríamos decir entonces, que la música que escuchamos en momentos especiales,
se transforma en parte de la banda sonora de nuestra vida.
Las
emociones pueden determinar la música que se elige escuchar en un momento
determinado , pero también la música puede servir para expresar la emoción que
se está sintiendo en ese momento (Juslin y Sloboda, 2001). Algunas
investigaciones (Juslin, Liljeström, Västfjäll, Barradas y Silva, año.2008)
sugieren que, aproximadamente el 64% de las experiencias musicales afectan al
estado de ánimo, provocando felicidad, alegría, nostalgia y anhelo. Sin
embargo, emociones negativas como la ira, irritación, aburrimiento, ansiedad o
miedo, no suelen experimentarse cuando se está escuchando música.
Existen
también estudios sobre los efectos sobre la ansiedad (Ramos Loyo, 1999)
observándose que la música estimulante incrementa la activación fisiológica y
psicológica –preocupación y emocionalidad–, mientras que la sedante disminuye
dichas respuestas. Se ha demostrado también que, en general, los estímulos
musicales resultan más agradables cuando producen un nivel medio de activación,
aunque este nivel dependerá, en parte, de la familiaridad con la estructura musical
del estímulo y del interés de cada sujeto.
La
música, al igual que sucede con los olores, parece favorecer poderosamente el
recuerdo de experiencias emocionales (Scherer y Zentner, 2001). Martin y Metha
(1997) analizaron los efectos de la inducción del estado de ánimo sobre los
recuerdos de la infancia y encontraron que la música alegre incrementaba el
número de recuerdos felices de esa época, pero que la música triste no producía
ese mismo efecto sobre la recuperación de recuerdos tristes. Balch, Myers y
Papotto, (1999), sin embargo, demostraron que el estado de ánimo inducido a
través de la música depende precisamente de la memoria.
Es
decir, que la facilitación de un recuerdo alegre o triste depende de la emoción
que estaba presente en ese momento, de tal forma que cuando esa emoción es
evocada, es más probable que dicho recuerdo acceda a la conciencia. Nuestro
estado de ánimo determina qué tipo de información accede a nuestro cerebro de
forma que, cuando estamos tristes, recordamos mejor los momentos en los que nos
hemos encontrado apenados, y viceversa (Lewis y Critchley, 2003).
Además,
algunas investigaciones han demostrado que si aprendemos algo cuando nos
encontramos en un determinado estado emocional, lo recordamos mejor cuando nos
volvemos a sentir de ese modo (Ruiz-Caballero y Sánchez, 2001; Matt, Vázquez y
Campbell, 1992).
Algunos
estudios han analizado en qué medida el uso de la música mejora el estado de
ánimo y ayuda a los sujetos a hacer frente a los problemas (Bogt, Mulder,
Raaijmakers y Gabhainn, 2010). Los resultados de estas investigaciones muestran
que hay personas que se mueven emocionalmente con la música, ya sea positiva o
negativamente, y que la utilizan con frecuencia como reforzador del humor para
hacer frente y mejorar su estado de ánimo.
También
se han investigado los efectos de los estados de ánimo sobre procesos
psicológicos como la percepción, la cognición y la atención, mostrando que la
inducción de estados de ánimo positivos, provoca tendencias de pensamientos más
flexibles y conductas más creativas (Carr, 2007).
Aunque
las respuestas a los estímulos musicales pueden ser diferentes en cada persona,
algunos estudios sugieren que existen patrones generales para algunos géneros
musicales. Por ejemplo, algunas investigaciones afirman que la audición de
música rock durante 15 minutos provoca un incremento significativo de la
hostilidad, la tristeza, la tensión y la fatiga, así como una reducción de la
atención, la relajación, la claridad mental y la energía (McCraty,
Barrios-Choplin, Atkinson, y Tomasino, 1998). La música barroca suave, sin embargo, parece
facilitar el razonamiento espacial y la concentración, mejorando la eficiencia,
la precisión y el estado de ánimo. Al menos esos son los resultados que han
obtenido Sohaib Mohiuddin y Paras Lakhani (2009) en un estudio realizado con
radiólogos en Estados Unidos.
A
tenor de todos estos resultados, parece lógico que algunos investigadores se
hayan interesado por analizar si la música podría generar beneficios también en
los enfermos. Y la respuesta ha sido positiva en algunos casos. Se ha
observado, por ejemplo, que el estrés propio del preoperatorio en cirugía
ambulatoria mejora con la audición de estímulos musicales seleccionados
previamente por los propios pacientes, aumentando su percepción de control
sobre la situación y la sensación de bienestar (Allen et al., 2001).
En
algunos centros de salud se reproduce música suave de fondo, en las unidades de
cuidados intensivos para bebés prematuros, ya que algunos investigadores
afirman que la música favorece un mayor y más rápido aumento de peso en estos
que en los que no están expuestos a este tipo de estímulos (Cromie, 2001).
Conclusiones:
La
música es básica para el ser humano. No sólo porque puede inducir a estados
emocionales genuinos, sino porque puede ser utilizada también como medio para
regularlos y expresarlos. Susceptible, eso sí, de ser vivida, interpretada y
expresada conforme a las experiencias subjetivas individuales, y a las redes
simbólicas y culturales que la cargan de un significado social.
Bibliografia:
- 1.
Orozco Alonso, Maria teresa; Miguel Tobal,
Juan Jose. Musica Streaming y Estado de Ánimo, Diferencias de género. Año.2010
- 2.
Hill, J. W. La música barroca: Música en Europa occidental, 1580-1750.
Madrid: Akal. Año. 2007
- 3.
Allen,
K. et al. (2001). Normalization of hypertensive responses during ambulatory
surgical stress by perioperative music. Psychosomatic
Medicine 63, 487-492. URL: http://www.psychosomaticmedicine.org/cgi/reprint/63/3/487